viernes, 28 de febrero de 2014

Un sueño de Pasarela hecho realidad


Un sueño de Pasarela hecho realidad

  • El joven conquense Francisco Richart, persona tutelada por Futucam, entidad que ejerce la tutela de personas con discapacidad intelectual o trastornos del desarrollo, cumplió recientemente su deseo de visitar la Pasarela Cibeles
  • Los diseñadores cursaron las invitaciones a petición de la Auxiliar de Tutela de de este joven
G. D.
"Me sentí como si de alguna manera todos estuviéramos conectados en la Pasarela Cibeles porque a todos nos gusta la moda", apunta Francisco Richart
Que los grandes sueños se cumplan parece más complicado desde el inicio de la crisis. Pero están otros sueños, más modestos, que de vez en cuando se cumplen y nos proporcionan momentos de felicidad. Uno de estos sueños se le cumplió, el pasado sábado, a Francisco Richart, un joven conquense de 22 años con un leve trastorno del desarrollo, que vive en una vivienda tutelada y cuenta con el apoyo de un equipo multidisciplinar en la Fundación Tutelar de Castilla la Mancha (Futucam) donde se le prestan los apoyos necesarios en coordinación con su recurso residencial. Por primera vez en su vida, visitó la Pasarela Cibeles, un deseo que anhelaba desde pequeño.

“La verdad es que me gusta mucho la moda, y me hacía mucha ilusión ir a la Pasarela Cibeles”, señala.

Fue por esto por lo que la auxiliar de Tutela de Futucam, Beatriz Palomo, que reconoce que no conocía nada del mundo de la moda, se aventuró y a través de internet solicitó invitaciones para asistir a un pase de modelos a más de una veintena de diseñadores explicando quién era Fran y qué era la Fundación. Lo hizo un domingo y el lunes ya le empezaron a llegar las primeras contestaciones, casi todas afirmativas. Eligió tres de los pases y el sábado los dos se acercaron a conocer de cerca lo que tantas veces Fran quiso experimentar.

“Tenía muchas expectativas, pero no tantas como lo que viví, un poco en estado de shock, porque conocí a mucha gente a la que nunca pensé que iba a conocer”, recuerda. Porque no solo vieron los desfiles de tres diseñadores, Juana Martín,Teresa Helbig y Roberto Torretta, sino que este último les invitó a su fiesta privada, circunstancia que Francisco aprovechó para conocer y fotografiarse con algunos de los diseñadores a los que más admira, como el propio Torretta, además de con modelos y actrices como Nieves Álvarez, Mar Flores, Ana Fernández y Macarena García.

Vivida la experiencia y cumplido el sueño, se muestra encantando con el trato que le dispensaron todos ellos. “La gente suele pensar que son gente excéntrica, arrogante, que todo el mundo tiene que estar a sus pies, pero es al contrario: no son dioses sino gente super cercana, muy amable, normal. Por lo menos lo que yo ví”.

Muestra al periodista sus fotos con Mar Flores y Roberto Torretta y se le nota muy contento. Lástima que se le escapara Agatha Ruiz de la Prada. “Estuve cerca, pero no la cogí a tiempo para la foto”, cuenta.

El escenario de la Pasarela Cibeles también le impresionó. “Me impactó porque un desfile en directo impresiona bastante, porque están las luces, el sonido, la música, el ambiente que se crea… Y la pasarela es solo una parte, ya que hay también muchos stand de todo tipo: peluquería, maquillaje… Y lo que más me gustó fue la gente, muy llamativa: me sentí como si de alguna manera todos estuviéramos conectados porque a todos nos gusta la moda”.

De los vestidos que se presentaron, se queda con los de Roberto Torretta. “Me gustó porque era un desfile de vestidos ajustados y colores impactantes y fuertes pero no chillones, como los de Agatha Ruiz de la Prada. Había colores negros, marrones… Era una ropa que tiraba más a clásica y no resultaba demasiado llamativa, sino normal”.

Confiesa que le gustaría repetir esta experiencia, pero reconoce que no va a ser fácil. “Es evidente que me tienen que invitar, porque si no  puedo ir”.

Y su otro sueño es…
Nacido en Cuenca “un 29 de noviembre de 1991, por si lo quiere saber alguien (ríe)”, Fran guarda las fotografías de su primera visita a la Pasarela Cibeles tanto impresas como en formato digital. Dos de ellas aparecen en este reportaje. Confiesa que, junto a la moda, otras de sus aficiones son el cine, la lectura y el baile. En cuanto al séptimo arte, su gusto es muy variado: “Me puede gustar una película romántica como ‘Titanic’ o ‘La matanza de Texas’”. De libros cita a Julio Verne. En la actualidad trabaja por las mañanas en un taller ocupacional y los fines de semana hace vida social. Tiene pensado volver a estudiar “para tener una base para un futuro cercano o lejano, no lo sé”. Desde FUTUCAM se le echará una mano en la elección. Considera que estar tutelado es “una ventaja porque tengo más posibilidades de encontrar por ejemplo un trabajo o de estudiar: hay más recursos” (mas apoyos). Cuenca es una ciudad que le gusta aunque su sueño, un sueño más grande que el de visitar la Pasarela Cibeles, sería vivir en Madrid. “Cuenca una ciudad que me gusta mucho, pero hay ciertos aspectos que no me apasionan, como la poca actividad de ocio, de trabajo, de estudios. Madrid, en cambio, es una ciudad que por circunstancias de la vida considero mi segunda casa y en la que me gustaría llegar a vivir. Pero va a ser muy difícil”.



martes, 25 de febrero de 2014

La justicia gratuita se amplía a personas con discapacidad y víctimas del terrorismo


El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, anunció este viernes que la nueva Ley de Justicia Gratuita permitirá el acceso a este servicio a las víctimas del terrorismo, así como a las personas con discapacidad y a los colectivos que les representan.
Madrid, 25-02-2014
El titular de Justicia destacó que, entre los colectivos que ahora pasan a ser beneficiarios de la justicia gratuita, destacan víctimas del terrorismo; de la violencia de género; y de la trata de seres humanos. Otros son las asociaciones de personas con discapacidad; menores de edad y personas con discapacidad intelectual cuando sean víctimas de abusos; y víctimas de accidentes con secuelas permanentes que reclamen indemnizaciones por daños.
Hasta ahora a estos colectivos se les garantizaba la defensa jurídica especializada de forma inmediata, pero el acceso a la justicia gratuita seguía los requisitos generales, por lo que, si no se les reconocía el derecho, debían abonar después los gastos generados. Sin embargo, a partir de ahora estos grupos serán beneficiarios de justicia gratuita, lo que supone también quedar exento del pago de tasas.
Fuente: SERVIMEDIA
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viernes, 21 de febrero de 2014

La "historia" de Daniel ha llegado a su fin, o quizá sólo sea el principio


Daniel empezó su vida escolar en un colegio ordinario de Palencia en septiembre de 2006, cuando tenía tres años. Un mes después, su tutora observó dificultades de adaptación y pidió una evaluación psicopedagógica a la Junta de Castilla y León. El informe concluyó que el niño padecía un “importante retraso madurativo” y proponía que fuera escolarizado en un centro ordinario que contara con especialista en pedagogía terapéutica, audición y lenguaje, además de un ayudante técnico educativo. Los padres pidieron entonces el traslado, pero a un colegio que no tenía los recursos recomendados en el informe. Pese a ello, consiguieron plaza y allí permaneció Daniel hasta que cumplió cinco años.
En el curso 2008-2009, la familia volvió a solicitar el traslado de Daniel a otro centro y se le concedió. Su nueva tutora detectó dificultades y pidió otra evaluación, que concluyó que el alumno padecía un “trastorno grave del espectro autista”, una “discapacidad psíquica grave”, un “retraso grave del lenguaje” y un “trastorno de déficit de atención con hiperactividad”, por lo que recomendaba una atención individualizada y constante de un profesor en un centro especial.

Necesidades especiales-Lo que dice la ley

  • Lo que dice la ley. “La escolarización del alumnado que presenta necesidades educativas especiales se regirá por los principios de normalización e inclusión [...] La escolarización de este alumnado en unidades o centros de educación especial, que podrá extenderse hasta los veintiún años, solo se llevará a cabo cuando sus necesidades no puedan ser atendidas en el marco de las medidas de atención a la diversidad de los centros ordinarios”.
  • Lo que dice la ONU. “Los Estados reconocen el derecho de las personas con discapacidad a la educación [...] Al hacer efectivo este derecho, los Estados asegurarán que: [...] c) Se hagan ajustes razonables en función de las necesidades individuales; d) Se preste el apoyo necesario a las personas con discapacidad, en el marco del sistema general de educación". Mientras la ONG Solcom apela a estos puntos de la Convención Sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, pero el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León dice que en algunos casos, como el de Daniel, se superan esos "ajustes razonables".
  • Centros específicos. En España hay 481 centros de educación especial. Estos atienden a algo más de 32.000 alumnos, es decir, el 21,5% del total. El resto, más de 117.000, están integrados en colegios e institutos ordinarios.
  • Tipos de discapacidad. El 47,2% de los alumnos con necesidades especiales sufre discapacidad psíquica, según la estadística oficial del curso 2011-2012. Otro 29,2% sufre trastornos graves de personalidad. El resto tiene discapacidad motora (8,6%), auditiva (4,9%), visual (2%). Los demás tienen lo que se llama "plurideficiencias".


A partir de ese momento, Daniel no volvió al colegio. Los padres rechazaron la resolución de la Junta de Castilla y León porque entendían que tenían derecho a que su hijo estudiara en un colegio ordinario con los apoyos necesarios para su integración, como recomienda la ley en vigor (LOE, 2006). Mantuvieron al niño en casa y demandaron a la Junta por denegarles su derecho a elegir centro. Pero perdieron: dos sentencias, una de un juzgado de Palencia y otra del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, avalaron la decisión del Gobierno regional.                                                                                                                                         
                                                                                  
 El Tribunal Constitucional ratificó esas sentencias.  El auto entiende que la ley obliga a la Administración a promover la escolarización delos menores con discapacidad en centro ordinarios proporcionándoles “los apoyos necesarios para su integración”, pero solo cuando esos apoyos “no sean desproporcionados o no razonables”, y en el caso de Daniel, según la sentencia, lo son. Además, pesa sobre los padres una denuncia de abandono, ya que la escolarización es obligatoria por ley en España desde los seis a los 16 años.
“¿Cómo pueden hablar de abandono? Si me paso las 24 horas del día con él”, se quejaba la madre de Daniel a este periódico el año pasado, cuando el Constitucional admitió a trámite su recurso de amparo. “Hacemos nuestros ejercicios de lectura global (con dibujos y letras) y trabajamos los números”, explicaba. La familia no quiso hacer declaraciones ayer tras conocer la sentencia, pero según Itziar Fernández, coordinadora de Solcom, la ONG que les ha apoyado en toda su batalla legal, tiene intención de llevar el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. “Las evaluaciones psicopedagógicas están bien cuando se utilizan para analizar las necesidades de un alumno, pero se pervierten cuando se usan para justificar una exclusión escolar”, advierte Fernández.
“La no escolarización de Daniel es probablemente la opción menos deseable”, opina el catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Sevilla Jesús Palacios. “Si el debate se establece en torno a principios jurídicos abstractos (derecho a la elección de centro educativo, derecho una educación integrada...), es menos probable que se resuelva adecuadamente que si se establece en torno a las necesidades concretas de Daniel y la mejor forma de atenderlas. Que esas necesidades se atiendan mejor con los apoyos profesionales adecuados, parece tan fuera de duda como que el contacto de Daniel con chicos y chicas de su edad sin necesidades especiales le resultaría beneficioso (además de beneficiar a esos chicos y chicas)”, añade. El especialista cree que los padres harían bien en continuar la batalla en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pero, entretanto, que el niño esté escolarizado.
El caso de Daniel planea sobre cuestiones tan delicadas como difíciles de resolver, pues gira en torno al derecho a la educación —que es de los menores y no de sus padres— y el derecho a la integración educativa de las personas con discapacidad, recogida en la Convención de la ONU firmada en 2006, y ratificada por España en 2008. Esta dice que “los Estados asegurarán un sistema de educación inclusivo a todos los niveles, así como la enseñanza a lo largo de la vida”.
A ella se han aferrado durante todo el proceso tanto la familia de Daniel como Solcom. También el profesor de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad Autónoma de Madrid Gerardo Echeita, que opina que la sentencia de Constitucional “supone un paso atrás muy grande”. “Un derecho, en principio, no tiene restricciones y no puede estar condicionado a los recursos disponibles”, dice en referencia a esas medidas “razonables” de las que habla el fallo del alto tribunal y también la Convención de la ONU.
En el País Vasco,
todos los alumnos
con discapacidad
están integrados
De hecho, existen estudios —por ejemplo, el reflejado en el artículo Vulnerables al silencio. Historias escolares de jóvenes con discapacidad, firmado en 2010 por la profesora de la Universidad de Sevilla Anabel Moriña— que han puesto de manifiesto que, sin los apoyos adicionales ni los recursos adecuados, muchas veces la integración real no llega a producirse en los colegios e institutos ordinarios, de tal manera que los propios alumnos van a preferir los espacios separados de educación especial porque los sentirán menos traumáticos y hostiles. Aquel trabajo, sin embargo, no ensalzaba la vía del centro especial, sino que reclamaba poner en marcha esos recursos necesarios para que la integración verdaderamente funcione.
Lo mismo opina Echeita: “Ya sé que una cosa son las metas que hay que perseguir y otra es el día a día de los centros, pero si trabajamos en la dirección contraria nunca vamos a mejorar el sistema”, señala.
También reclama esa meta Itziar Fernández. “En el País Vasco todos los niños de seis a 12 años van a colegios ordinarios, independientemente de su grado de discapacidad. Se les asignan recursos y profesionales de apoyo o se crean aulas especiales para los que tienen más necesidades, pero siempre dentro de un centro ordinario. Eso demuestra que si hay voluntad política y se ponen los medios necesarios, es posible la inclusión total”, comenta.
Si el trastorno es grave,
se necesita un profesor
y atención individual
Juan José López, director del colegio especializado en autismo Leo Kanner, coincide en que el fin último debe ser la inclusión total, pero eso no siempre es posible. “En una década hemos pasado del concepto de integración al concepto de inclusión. Eso quiere decir, en efecto, que se debe propiciar una escolarización en colegios ordinarios, pero también implica disfrute de la educación, sentido de pertenencia y adaptación. Y esto depende de cada niño. Si hay trastornos del lenguaje, si necesita una persona constantemente a su lado, posiblemente no conseguirá más que aislarse del grupo. En estos casos, se considera mejor para el alumno que asista a centros especiales”, asegura. “Eso no significa que el alumno deba atravesar toda su etapa educativa en un centro especial. Se hacen evaluaciones cada curso, de manera que un niño puede entrar a los tres años y a los seis ser trasladado a un centro ordinario”, precisa.
López entiende que haya reticencias entre los padres a que sus hijos vayan a centros especiales. “Antes eran meros centros asistenciales, y eso echaba para atrás a las familias, pero ahora son centros educativos en toda regla, con los mismos planes que los colegios ordinarios. Lo único que cambia es que los alumnos cuentan con una red de apoyo individualizada, adaptada a sus necesidades especiales de aprendizaje. Las familias que saben esto no rechazan, en general, la escolarización en este tipo de colegios”, afirma.
María Isabel Bayonas, presidenta de la Asociación de Padres de Personas con Autismo, cree que los padres deben tener en cuenta la opinión de los expertos a la hora de escolarizar a sus hijos. “Yo misma soy madre de una persona con autismo, y toda la vida he luchado por que mi hijo tuviera la mejor atención. Ahora tiene 47 años y cuando era pequeño y lo echaron de siete colegios. Tuvimos que informarnos en el extranjero y empezar a crear aquí centros especializados”, relata.
“En cuanto un menor
entra en un aula especial,
se hace invisible”
En general, la proclamada tendencia a la integración general en centros ordinarios —en los textos legales españoles desde los años noventa del siglo pasado— está respaldada por las cifras. De los casi 150.000 alumnos con discapacidad en el sistema educativo español (con datos del curso 2011-2012), la gran mayoría (117.385) estudian en centros ordinarios. Y normalmente, familias y Administraciones suelen llegar a acuerdos razonables sobre las necesidades de los menores, pero hay casos, como el de Daniel, en que no.
“Nosotros siempre hemos querido velar por los derechos del niño y para ello hemos seguido las recomendaciones de los equipos de psicopedagogos que han dicho que iba a estar mejor atendido en un centro de educación especial”, asegura por teléfono Pilar González, directora general de Innovación Educativa y Formación del Profesorado de la Consejería de Educación de Castilla y León. Y añade: “Sé qué es un tema complicado, y nunca hemos buscado el enfrentamiento con la familia”.
Otro caso similar al de Daniel es el de Rubén, un niño de 14 años con síndrome de Down. Llevaba ocho años estudiando en un colegio público de León cuando la Delegación Provincial de Educación decidió trasladarlo a un centro especial. Sus padres se negaron y el niño lleva tres cursos sin escolarizar. En lugar de eso, acude a sesiones de apoyo y logopedia que suponen unos 500 euros al mes, además de seguir estudiando en casa. Los padres están, como los de Daniel, imputados por un delito de abandono familiar y se encuentran a la espera de que el Tribunal Constitucional acepte su recurso de amparo.
Si no se ponen medios
suficientes, se puede
conducir al aislamiento
“Todo empezó en cuarto de primaria. Rubén tenía 10 años”, relata Alejandro. “No tenía ningún problema, estaba totalmente integrado con sus compañeros. Pero, sin previo aviso, Rubén empezó a estar raro, arisco... No sabíamos qué le pasaba”. La respuesta la obtuvieron gracias a los padres de los compañeros de su hijo. “Nos contaron que un nuevo profesor agredía verbalmente a Rubén e incluso le amenazaba con tirarlo por la ventana de un segundo piso”. Se quejaron a la dirección del colegio, pusieron una denuncia por malos tratos, vejaciones y discriminación, y poco tiempo después el maestro en cuestión “se dio de baja y no volvió a aparecer”. Pero la situación no mejoró.
“El curso siguiente pusieron a otro profesor que tampoco aceptaba a mi hijo en su clase. Lo echaba del aula y le decía a la profesora de apoyo que no hacía falta que fuera a ayudarlo”, cuenta el padre. “Los demás profesores callaron. No hicieron nada para mejorar la situación. Fue una gran decepción, teniendo en cuenta además que yo era miembro del Consejo Escolar y estaba muy implicado en el centro”. El resultado fue que la Consejería decidió su traslado a un centro de educación especial. “Es un clarísimo caso de discriminación y maltrato”, opina Calleja. “Y estamos dispuestos a acudir también al Tribunal Europeo de Derechos Humanos si hace falta”.
Los padres de Rubén rechazan el modelo educativo de los centros especiales porque supondría para su hijo “una gran regresión a nivel formativo, pero sobre todo en su grado de socialización”, que, según opina Alejandro, “es lo fundamental”. El psicólogo y la logopeda de Rubén coinciden con esa valoración. “Acude a un grupo de apoyo con otros niños que tienen síndrome de Down y se relaciona muy bien con ellos. Pero es importante que interactúe con niños sin discapacidades en un ambiente lo más normalizado posible porque en un futuro tendrá que hacerlo”, apunta María Carande, la logopeda. “Integrar a los niños con discapacidad en un sistema educativo inclusivo es lo mejor para ellos, pero también para sus compañeros”, completa Miguel Ángel González Castañón, el psicólogo. “Los niños aprenden que hay que ayudar a los compañeros que tienen problemas y se sensibilizan más con estos temas”, opina. “En cuanto un niño entra en colegios de educación especial, se hace invisible para la sociedad. Cercenan su desarrollo. Ya no existe”.

viernes, 14 de febrero de 2014

JUEVES, 13 DE FEBRERO DE 2014 - ASPRONA VALLADOLID entrega el Sol de Oro a Lorenzo González Torres

Noticias
Asprona Valladolid / Noticias


La Junta Directiva de la entidad ha querido reconocer a su Director General durante las últimas cuatro décadas con su mayor galardón.

Profesionales, familias, personas con discapacidad, representantes institucionales y amigos abarrotaron el pasado 13 de febrero el auditorio del Museo de la Ciencia donde se homenajeó la labor de Lorenzo González Torres al frente de Asprona.

La jornada comenzaba con una mesa redonda sobre Responsabilidad Social de la empresa, en la que acompañaban a Lorenzo González el subdirector de El Norte de Castilla, Ignacio Foces y el director de comunicación de Ibermutuamur, Adolfo Jiménez.

El debate giró entorno al papel de las empresas y su responsabilidad social respecto a la discapacidad, cómo aplicar y mantener estas políticas en tiempos de crisis y el futuro de esta forma de gestión. Moderados por la periodista Sonia Andrino, los tres ponentes fueron unánimes: la responsabilidad social exige compromiso y creatividad, debe ser visible al resto de la sociedad y, no menos importante, puede ser y es rentable.

Tras el debate el presidente de Asprona, Manuel Fernández, acompañado de la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Milagros Marcos, hacía entrega del Sol de Oro a Lorenzo González en reconocimiento a su trabajo a lo largo de casi cuatro décadas. Como afirmaba Manuel Fernández, “periodo marcado por el avance social, integración e inclusión de las personas con discapacidad intelectual.

miércoles, 12 de febrero de 2014

El catedrático de la USAL Miguel Ángel Verdugo recibe el Premio Reina Sofía 2013 de Rehabilitación y de Integración

SALAMANCA, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -

El catedrático de Psicología de la Discapacidad de la Universidad de Salamanca (USAL), Miguel Ángel Verdugo, ha sido galardonado con el Premio Reina Sofía 2013 de Rehabilitación y de Integración, 'ex aequo' con la Federación Estatal de Profesionales de Atención Temprana-Gat.
Verdugo ha alcanzado este galardón por su "amplia trayectoria investigadora" que le ha llevado a fundar y dirigir el Instituto Universitario de Integración en la Comunidad (INICO), que incluye entre otros proyectos el Servicio de Información sobre Discapacidad (SID), ha reconocido el jurado en su resolución, según la USAL.
Además, según ha informado la institución académica salmantina, el jurado del premio ha destacado del catedrático su esfuerzo en la puesta en marcha de programas diseñados para la rehabilitación y la integración en el campo familiar, educativo y sociolaboral, así como su repercusión social al realizarse estos proyectos en colaboración con administraciones y asociaciones nacionales, universidades y entidades españolas e internacionales.
El premio, que será entregado en un acto presidido por la Reina, está dotado con 25.000 euros que, al ser entregado 'ex aequo', se dividirá en dos premios de 12.500 euros para cada uno de los premiados.
Estos galardones son convocados por el Real Patronato sobre Discapacidad, un organismo autónomo adscrito al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, y su finalidad es recompensar una labor continuada, llevada a cabo en un periodo de tiempo no inferior a diez años, en la investigación científico-técnica en el campo de la rehabilitación de la discapacidad, en sus distintas facetas, y en el orden a la integración de las personas en la sociedad.

Una persona con discapacidad intelectual se incorpora a la Junta Directiva Nacional de FEAPS


Supone un hito histórico que da coherencia al trabajo y a la Misión de FEAPS

Una persona con discapacidad intelectual se incorpora a la Junta Directiva Nacional de FEAPS

•Por primera vez en sus 50 años de historia, las personas con discapacidad intelectual participarán de las decisiones al máximo nivel del Movimiento Asociativo FEAPS, a través de una representante en la Junta Directiva Nacional y de un grupo de apoyo a la dirección formado por las mismas.
•La decisión da coherencia al trabajo y la Misión de esta organización, que busca la plena inclusión de las personas con discapacidad intelectual en todos los ámbitos de la vida, en igualdad de condiciones que el resto de ciudadanos.
Madrid, 10 de febrero de 2014. La Confederación Española de Organizaciones en favor de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo (FEAPS) ha celebrado el pasado viernes una reunión de su Junta Directiva Estatal en la que, por primera vez en su historia, se ha incorporado una persona con discapacidad intelectual.
Con ello, FEAPS quiere dar coherencia a su trabajo y su Misión, que persigue proyectos individuales de calidad de vida y la plena inclusión de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo en todas las facetas de su vida, incluida la participación política y social.
El pasado mes de enero FEAPS ha constituido oficialmente un grupo de personas con discapacidad intelectual o del desarrollo llamado GADIR (Grupo de Apoyo a la Dirección), que se encargará de representar a estas personas dándoles voz en las decisiones que afectan a la organización. Junto a ello, una persona de este equipo ha sido invitada a formar parte de la Junta Directiva como miembro de pleno derecho. En este grupo GADIR participa también un joven de Fundación Personas Aspanis, Jesús Pérez, como representante de todas las personas con discapacidad intelectual de la región, junto a otros 4 de FEAPS Madrid, FEAPS Castilla La Mancha, FEAPS Canarias, FADEMGA (FEAPS Galicia).
Esta persona es Raquel Cárcamo, una joven con gran iniciativa, que es formadora en Derechos de FEAPS, y preside la Cooperativa Altavoz, una iniciativa empresarial pionera en España, gestionada completamente por personas con discapacidad intelectual.
Para Raquel, esta experiencia supone, según sus propias palabras: “una gran oportunidad de trasladar nuestra opinión sobre las decisiones que se vayan a tomar. Además, es un orgullo ser la primera persona con discapacidad en la Junta Directiva y abrir camino para conseguir una mayor participación de las personas con discapacidad intelectual”.
Este 2014, FEAPS cumple 50 años de historia. Durante estas cinco décadas, hemos trabajado para conseguir lo que hoy somos, un movimiento que contribuye a que cada persona con discapacidad intelectual o del desarrollo y su familia puedan desarrollar su proyecto de calidad de vida, promoviendo su inclusión como ciudadana de pleno derecho en una sociedad justa y solidaria.
Desde 1964 hasta nuestros días, hemos logrado consolidar un Movimiento Asociativo formado por 884 entidades en toda España, que representan a más de 139.700 personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, 235.000 familiares, 40.000 profesionales y 8.000 personas voluntarias.

FUENTE: FEAPS
www.feaps.org

jueves, 6 de febrero de 2014

Exposición de Fotografía



Os recomendamos la Exposición de fotografía de Agustín Hernández llamada Retratos de la fragilidad, donde a través de sus fotografías busca abordar desde un mirada distinta la discapacidad intelectual. La misma se encuentra en la sala de exposiciones de la Biblioteca pública c/ Eduardo Dato de Palencia, del 4 al 28 de febrero, y en horario de 9.00 a 20.30 de lunes a viernes, y de 9.00 14.00 h los sábados.
En ella han participado usuarios y profesionales de la Fundación San Cebrián. Esperamos que la disfrutéis!!!