FUTUDÍS realiza un ejercicio directo de tutelas, curatelas, defensas judiciales o cualquier otra figura de guarda para la que sea designada por la autoridad judicial, siempre que se trate de personas en las que concurran las siguientes circunstancias:
- Personas con alguna discapacidad intelectual o del desarrollo que dificulte en algún modo su autogobierno.
- Declaración judicial de la modificación de su capacidad (incapacitación).
- Vecindad y residencia en Castilla y León.
- No existencia de familiares, allegados o personas jurídicas más idóneas para el desempeño de su guarda.
- Propuesta judicial para el desempeño del cargo.
Siempre que la Fundación disponga de los medios materiales y personales precisos para ejercer su protección de manera adecuada y responsable en función de las características de cada persona.
MISIÓN
FUTUDÍS, tiene como misión profesional: "Promover y poner en marcha los apoyos precisos, desde un equipo profesional orientado por valores, que contribuyan a la mejora de la calidad de vida y a la garantía de derechos de cada una de las personas con discapacidad intelectual encomendadas, una vez aceptada por el Patronato la figura de guarda propuesta por el Poder Judicial, así como prevenir, junto con las familias que lo demanden, situaciones de desprotección futura de su parientes en riesgo de desamparo".
El ejercicio de la tutela constituye un todo único, abarca a la persona de una forma integral, ocupándose de sus ámbitos personal, social y patrimonial.
Con el fin de garantizar el control de la calidad de vida y bienestar de la persona tutelada, FUTUDÍS no presta servicios residenciales, laborales, educativos, etc., y no lo hace, porque entiende que el mejor ejercicio de la tutela exige del tutor la independencia necesaria para actuar como un usuario bien informado y exigente con respecto a los recursos y apoyos que se prestan a sus tutelados. Esta independencia se perdería, si las Fundaciones Tutelares se dedicasen a tutelar y a prestar servicios asistenciales simultáneamente, convirtiéndose en juez y parte.
FUTUDÍS ha optado desde su constitución por la vía de ser consumidor final de los servicios que dispensan otras entidades públicas o privadas. En esta condición de clientes, entiende que la provisión de servicios destinados a las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo debe estar comprometida con la calidad y con la ética; en cuanto a la calidad, debe articularse en una serie de principios basados en valores, tales como la inclusión, la individualidad, el respeto, la dignidad, etc., que debe fundamentarse, principalmente, en la satisfacción de las personas y en un compromiso con la mejora continua.
Con respecto a la ética, debe sustentarse en principios como la universalidad, las buenas prácticas, la transparencia, etc.
FUTUDÍS, compartiendo los principios de la Asociación Española de Fundaciones Tutelares, a la que pertenece, cree que los apoyos y servicios para personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, son de calidad, cuando:
- Son diseñados con el máximo control y participación por parte de los propios individuos, sus familiares o tutores.
- Son igualmente buenos para la persona sin discapacidad.
- Son suministrados en lugares, que cualquier persona estaría dispuesta a utilizar.
- Son individualizados y relevantes para con las necesidades de la persona.
- Se acomodan y adaptan cuando las necesidades de la persona cambian.
- Ayudan a la persona a desarrollar la máxima independencia (autonomía).
- Respetan la dignidad y la privacidad de la persona.
- Tienen un adecuado soporte económico.
FUTUDÍS trabaja con las diversas instituciones y personas que tienen alguna responsabilidad con las personas que tutelamos. Para ello, se procura establecer una comunicación fluida que se concreta, como elemento y herramienta esencial, en Planes Centrados en las Personas. Esto nos permite:
- Que todos los concernidos, personas e instituciones, desde roles diferentes pero corresponsables, nos consolidemos como instrumentos efectivos de la acción social en beneficio de la persona con discapacidad intelectual o del desarrollo cuya tutela nos es encomendada.
- Que otras personas, familias, agentes, entornos, profesionales, etc. se beneficien de los logros y rendimientos alcanzados, al tiempo que las experiencias y aprendizajes obtenidos sean compartidos y gestionados en beneficio del conjunto social presente y futuro.
ÁMBITO PERSONAL - SOCIAL DE LA TUTELA
Nuestro día a día se centra, en conocer y velar por unas condiciones de vida dignas para todas las personas asignadas, promoviendo y coordinando los apoyos tanto naturales (familia, amigos, voluntarios delegados tutelares, vecinos.) como profesionales (servicios sociales, centros de atención, servicios sanitarios, servicios de la comunidad) necesarios para contribuir a la mejora de su calidad de vida. De este modo, incidimos en una mayor inclusión y en una participación activa en todos aquellos ámbitos comunes a la vida cotidiana como ciudadanos de pleno derecho, así como en la representación legal y defensa de sus derechos y obligaciones, siempre teniendo en cuenta su autodeterminación, deseos, necesidades, anhelos y esperanzas.
ÁMBITO PATRIMONIAL DE LA TUTELA
Nuestro día a día se centra, en conocer y velar por unas condiciones de vida dignas para todas las personas asignadas, promoviendo y coordinando los apoyos tanto naturales (familia, amigos, voluntarios delegados tutelares, vecinos.) como profesionales (servicios sociales, centros de atención, servicios sanitarios, servicios de la comunidad) necesarios para contribuir a la mejora de su calidad de vida. De este modo, incidimos en una mayor inclusión y en una participación activa en todos aquellos ámbitos comunes a la vida cotidiana como ciudadanos de pleno derecho, así como en la representación legal y defensa de sus derechos y obligaciones, siempre teniendo en cuenta su autodeterminación, deseos, necesidades, anhelos y esperanzas.
ÁMBITO PATRIMONIAL DE LA TUTELA
En este ámbito, se trabaja en el conjunto de actividades relacionadas con la administración de los bienes de las personas, siguiendo los principios de efectividad, rigor, transparencia y lealtad. Todas las operaciones y decisiones de administración se adoptan de forma individualizada y personal, buscando el beneficio exclusivo de la persona, teniendo en cuenta el contexto socio-económico en el que vive y favoreciendo la toma de decisiones de la propia persona en cuanto a la administración de sus bienes.
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