viernes, 12 de diciembre de 2014

FEAPS reclama un cumplimiento real y efectivo de los derechos humanos para las personas con discapacidad intelectual

Este colectivo sigue teniendo en la práctica una ciudadanía de segunda

· Bajo el lema “Derechos Humanos, 365 días al año”, se celebra hoy en todo el mundo el Día de los Derechos Humanos. La ONU pide a los Estados un cumplimiento efectivo de la protección de estos derechos, y a los ciudadanos que se lo exijan.

· En línea con esta declaración, FEAPS reclama el cumplimiento real y efectivo de la Convención de la ONU sobre derechos de las personas con discapacidad ratificada por España en 2008, y denuncia que derechos básicos –como la vida independiente, el reconocimiento legal, o el acceso a la educación, el sufragio, el empleo, la justicia o la información en igualdad de condiciones que el resto–, siguen sin garantizarse para las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo.

Cada 10 de diciembre, la Organización de Naciones Unidas impulsa el Día de los Derechos Humanos para recordar que el respeto a los derechos básicos e inalienables de todas y cada una de las personas es el ideal común al que aspiran todas las naciones y pueblos del mundo. En el mensaje de este año, el Secretario General de esta organización –Ban Ki-moon–, ha declarado que “los derechos humanos son para todo el mundo, en todo momento, independientemente de quienes seamos y de nuestro lugar de procedencia”. Asimismo ha pedido a los Estados que “cumplan su obligación de proteger estos derechos todos los días del año”, y a los ciudadanos a que “les exijan responsabilidades” en este sentido.
Con motivo de este día, FEAPS denuncia que, aunque sobre el papel la mayoría de los derechos básicos están reconocidos para el colectivo de personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, cuando se examina el respeto por los mismos, se evidencia que se ven sistemáticamente conculcados. Es el caso del acceso a la educación, el empleo, la justicia o la información en igualdad de condiciones que el resto. En la práctica se sigue perpetuando una constante vulneración de estos derechos, que convierte a las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo en ciudadanos de segunda categoría.
España ratificó en 2008 la Convención de la ONU sobre derechos de las personas con discapacidad, que obliga a los Estados a adaptar su legislación para reconocer de forma efectiva los derechos básicos de las personas con discapacidad. Pese a que nuestro país ha dado algunos pasos en este sentido, el esfuerzo es insuficiente, tal y como reconoció el pasado mes de octubre la presidenta del Comité de Naciones Unidas sobre derechos de las personas con discapacidad, Mª Soledad Cisternas, en un desayuno organizado por FEAPS. Haciendo balance del cumplimiento de la Convención en nuestro país, Cisternas se refirió en concreto al disfrute de la vida independiente, la modificación de la capacidad legal, el acceso a la justicia o el reconocimiento del sufragio, como los aspectos más preocupantes, concluyendo que haría falta “revisar toda la normativa vigente para no limitar el pleno disfrute de los derechos humanos por parte de las personas con discapacidad” (ver información)
Junto a todo ello, FEAPS sigue haciendo hincapié en otros derechos cuyo cumplimiento efectivo resulta hoy imposible: el disfrute de una inclusión efectiva de las personas con discapacidad intelectual en ámbitos básicos como la educación, el empleo, o el ocio; así como el acceso a la información de interés general, que garantizarían una verdadera ciudadanía de estas personas, hoy sólo reconocida sobre el papel. En el día de hoy, FEAPS presenta en Madrid, junto a la Federación Española de Planificación Familiar, los resultados en España de un proyecto europeo denominado “Keep me safe”, sobre prevención de abusos sexuales contra jóvenes con discapacidad intelectual o del desarrollo. Es un ejemplo más del compromiso de nuestra organización con los derechos de estas personas; un compromiso que es responsabilidad de todos los ciudadanos y ciudadanas.

viernes, 5 de diciembre de 2014

La AEFT y FUTUDÍS reconocen y reivindican el papel de las personas Voluntarias en el Día Internacional del Voluntariado 2014

  • La Asociación Española de Fundaciones Tutelares (AEFT) se une así al manifiesto realizado por la Plataforma del Voluntariado de España (PVE) con motivo del Día Internacional del Voluntariado
  • La Asociación destaca y agradece especialmente la labor que realizan los más de 620 Voluntarios/as Tutelares que dan apoyo a las más de 2.100 personas con discapacidad intelectual o del desarrollo encomendadas a las Fundaciones Tutelares asociadas
  • La Fundación Tutelar Futudís, hoy muy especialmente, agradece a las más de 125 personas Voluntarias (Patronos y Voluntarios Tutelares) que durante todo el año participan, apoyan, ayudan e integran el proyecto tutelar que desempeña esta Institución no lucrativa desde hace 24 años.

Con motivo del Día Internacional del Voluntariado, la Asociación Española de Fundaciones Tutelares (AEFT) se suma a las iniciativas llevadas a cabo hoy 5 de diciembre por la Plataforma del Voluntariado de España (PVE) y que dan a conocer la labor que realizan más de cinco millones de personas en nuestro país.
Así, la AEFT, como miembro de la Plataforma, -y Futudís como miembro de algunas de las Plataformas integradas en su ámbito de actuación-, quieren contribuir a dar visibilidad a esa ciudadanía activa que ofrece su tiempo a comprometerse con los demás y agradecer a todas las personas que han comprendido que “hacer voluntariado es querer cambiar el mundo y hacerlo”.
Además, mediante el manifiesto hecho público hoy por la PVE, la Asociación apoya las reivindicaciones realizadas para pedir “la implicación de las administraciones, de las universidades y de las empresas en la acción voluntaria. Siempre teniendo en cuenta que deben trabajar al lado de las diferentes organizaciones sociales que se ocupan desde hace años de los distintos escenarios sociales donde hay necesidades”.

Mención especial al Voluntariado Tutelar

En el Día Internacional del Voluntariado, la AEFT quiere prestar especial atención a los más de 620 voluntarios y voluntarias que contribuyen –a través del programa de Voluntariado Tutelar “de uno/a uno/a”– con las Fundaciones Tutelares asociadas. Voluntarios y Voluntarias Tutelares que disfrutan en su tiempo libre de la compañía de las más de 2.100 personas con discapacidad intelectual cuya tutela está a cargo de las entidades pertenecientes a la Asociación.
VT logo+letra+esloganPara ello, la Asociación quiere recordar el “Manifiesto del Voluntariado Tutelar por la plena ciudadanía de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo” hecho público por los propios Voluntarios/as Tutelares en el “IX Encuentro Nacional de Voluntariado Tutelar” realizado en octubre de 2013 en Pamplona

lunes, 1 de diciembre de 2014

NO AL COPAGO CONFISCATORIO, QUE EXPULSA A LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD Y SUS FAMILIAS DE LA PROTECCIÓN Y LOS DERECHOS SOCIALES

Por la reforma de la Ley 39/2006, de Autonomía Personal
y Atención a la Dependencia
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3 DE DICIEMBRE DE 2014
DÍA INTERNACIONAL Y EUROPEO DE
LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD
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Con motivo del Día Internacional y Europeo de las Personas con Discapacidad, instituido por la Organización de Naciones Unidas y la Unión Europea, a escala mundial y europea, y que cada año se celebra el día 3 de diciembre, el movimiento social español de la discapacidad articulado en torno al CERMI hace público el siguiente 

MANIFIESTO

La promulgación de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de promoción de la autonomía personal y de atención a las personas en situación de dependencia, debió suponer un avance significativo en la extensión e intensificación de los derechos sociales de amplias capas de la población que por razón de edad avanzada o discapacidad, originaria o sobrevenida, precisan de apoyos para su autonomía individual y su participación comunitaria en condiciones de igualdad y dignidad.
El nuevo dispositivo de protección social, el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD), creado por esta Norma legal, debía comenzar a reparar definitivamente el déficit histórico que en esta esfera presentaban las precarias y débiles estructuras de bienestar en España. La consagración normativa de la promoción de la autonomía personal y la atención a las personas en situación de dependencia como derecho subjetivo que llevó aparejada la Ley 39/2006, a pesar de sus deficiencias, inauguraba una nueva forma de concebir y aplicar las políticas sociales que generó enormes expectativas en todo el tejido social, que consideraba esta legislación como una conquista irreversible que permitiría mejorar las condiciones de vida y de ciudadanía de grupos sociales en situación estructural de vulnerabilidad.
Transcurridos más de siete años desde la aprobación de esta Ley, la implantación y despliegue de este nuevo sistema de protección y del derecho social en que se traducía, se ha enfrentado a un sinfín de vicisitudes, entre ellas, y como más relevante, la virulenta crisis económica y social que ha azotado a España en este período y que ha sacudido con violencia las arquitecturas de bienestar, siempre insuficientes, que han de caracterizar a un Estado como el español, que constitucionalmente se define como social. Esta adversa coyuntura económica, que ha inducido a aplicar feroces políticas de recorte de gasto público, en combinación con otros múltiples factores -políticos, sociales y de gobernanza del sistema- han determinado que los propósitos con que nació la Ley en buena parte se hayan visto malogrados, dejando sin respuesta a las acuciantes necesidades sociales que venía a colmar.
Uno de los aspectos que sin duda más rechazo ha suscitado en estos años de despliegue del SAAD por parte de las potenciales personas beneficiarias de la Ley, generando más cotas de frustración, ha sido el de la regulación de todo lo relativo a la capacidad económica y la participación en el coste de las prestaciones, conocido popularmente como “copago”, que ha sido percibida como una reglamentación carente de equidad y justicia material, próxima a lo confiscatorio y que más que invitar a ejercer el derecho subjetivo, expulsaba a las personas mayores y a las personas con discapacidad destinatarias naturales del sistema, por lo gravoso de sus exacerbados requerimientos en materia de aportación económica.
Entre las personas con discapacidad y personas mayores que necesitan apoyos intensos para su autonomía individual y su participación comunitaria, las mujeres y niñas con discapacidad y las madres cuidadoras o asistentes de personas con discapacidad, por su situación estructural de mayor exclusión, por razón de género y discapacidad, sufren particularmente los efectos del copago confiscatorio, impidiendo el apoyo a los apoyos sociales imprescindibles o restringiendo o suprimiendo los escasos y precarios que venían recibiendo, ahondando su situación de desventaja objetiva, abocándolas aún más a la pobreza y a la exclusión social.
Esta desacertada y más que injusta regulación de los aspectos económicos de participación en el coste de las prestaciones, que comporta un riesgo real de vaciar el derecho creado por la Ley, ha de ser corregida de inmediato y así lo avala no solo la opinión mayoritaria de los movimientos sociales de personas mayores y personas con discapacidad y sus familias, sino también el criterio de los profesionales de los servicios sociales y de las personas expertas y analistas que ha fijado su posición en una multiplicidad de estudios e informes sobre la Ley 39/2006 desde su aprobación y a la vista de los desarrollos que ha ido teniendo en estos años de vigencia.
Con el fin, pues, de reorientar y fortalecer este dispositivo de protección social, dotándolo de mayor equidad y apertura, y contrarrestando los efectos perversos evidenciados en estos primeros años de desarrollo, resulta urgente e imprescindible  modificar la Ley 39/2006 para establecer criterios más claros, justos e iguales en relación con la capacidad económica y la participación en el coste de las prestaciones de autonomía personal y atención a la dependencia por parte de las personas beneficiarias, mujeres y hombres con discapacidad y de edad avanzada.
Para el movimiento social de la discapacidad organizado en torno al CERMI, esta reforma legal debe pasar por:

·        .- Modificación del artículo 14 de la vigente Ley, para precisar que será también objeto de normativa reglamentaria estatal la regulación de la participación en el coste de las prestaciones, al igual que ocurre ahora con la capacidad económica. De igual modo, respecto de este mismo artículo, se deben ampliar los factores que se tienen presentes a la hora de determinar tanto la renta como el patrimonio, añadiendo a la edad el momento vital de aparición de la situación de dependencia y su mayor o menor prolongación a lo largo de la vida de la persona beneficiaria.
·        .- Modificación del artículo 33 del texto legal para incorporar diversas garantías para las personas beneficiarias que modulen su esfuerzo de participación en el coste de las prestaciones que reciben, como la exención de aportación por debajo de un determinado umbral de capacidad económica (2,5 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples -IPREM-); la limitación máxima en la participación, que quedaría fijada en el 60 por ciento del precio de referencia del coste del servicio; o, en fin, la seguridad de un mínimo para gastos personales, que no sería inferior al 40 por ciento de la capacidad económica.
Con estas medidas, que posteriormente tendrán su concreción reglamentaria, se eliminarían trabas de importancia en la aplicación equitativa de Ley 39/2006, robusteciendo el carácter de derecho subjetivo y ampliando el universo de personas que en situación real de necesidad podrán acogerse a sus prestaciones y servicios.
Para conseguir esta reforma legal inaplazable, el CERMI anuncia, en el Día Internacional y Europeo de las Personas con Discapacidad 2014, la puesta en marcha de una Iniciativa Legislativa Popular, con arreglo a lo establecido en la Constitución Española  y en la Ley Orgánica 3/1984, de 26 de marzo, reguladora de la iniciativa legislativa popular, con el propósito de recabar en los próximos meses 500.000 firmas de ciudadanos y ciudadanas que permita llevar esta propuesta de cambio legal a las Cortes Generales para su aprobación.
El movimiento organizado de la discapacidad hace un llamamiento al conjunto de la sociedad española para solidarizarse con estos objetivos plasmando su respaldo en la firma masiva de la Iniciativa Legislativa Popular para la aprobación de la “Proposición de Ley de modificación de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia, en materia de participación en el coste de de las prestaciones y servicios de las personas beneficiarias”.

3 de diciembre de 2014.

Comité Español de Representantes
de Personas con Discapacidad
CERMI